Cómo ayuda la fe en el proceso de recuperación

Diferente a lo que se cree, hablar sobre fe y adicciones tiene mucho que ver cuando se trata sobre procesos de recuperación, la forma en la que están relacionadas va más allá de un proceso químico externo y su contribución ha sido evaluada por científicos que, opuesto a lo que se espera, corroboran su efecto positivo en aquellos que están pasando por momentos difíciles en esta materia.

Fe y Adicciones: Plano general

Como una enfermedad que prospera en el aislamiento, la adicción es capaz de destruir incluso las relaciones más confiables en la vida de una persona, a menudo, es capaz de eliminar su fe, hacia Dios, hacia la bondad de los demás y hacia la creencia en sí mismos.

Es tan dañina porque sin importarle quién es el adicto, qué hace, quién fue o de dónde vino, rompe con todas las conexiones de su vida y busca derribarle desde adentro hacia afuera, eliminando de su entorno a cualquier persona confiable, modificando su personalidad, actuando por sí mismo y arrancándolo del entorno familiar o conocido al que estaba acostumbrado.

Es así como las adicciones eliminan la fe en una persona, elimina todo atisbo de autoestima y muchos, se pierden en el hoyo del dolor, la vergüenza, el sufrimiento, la rabia y un sinfín de emociones que van poco a poco consumiendo su mente.

Por lo que pensar que esta persona, sintiéndose desahuciada, desalentada en todo lo que hace, triste y sin salida, puede estar viviendo una crisis de fe es lo correcto, ya que debe estar sintiendo que la recuperación de la adicción se encuentra fuera de su alcance, no cree en sí mismo, no cree en Dios, no cree en nada.

Es en este momento en el que se debe considerar usar la fe para superar las adicciones, independientemente de si se trata en un proceso donde inicialmente se cree en sí mismo y luego, en un poder superior, es este “Creer para ver” lo que le brindará apoyo en el tratamiento de la adicción, además de aportarle comodidad y orientación en su camino hacia la desintoxicación total.

Fe en la recuperación de adicciones

Es conocido que una adicción tiene el poder de poner en peligro la fe, además de hacerle creer a la persona que no tiene una relación con el poder Superior, o en los peores casos, hará que al creer, deban culpar a este poder Superior por su enfermedad y sufrimiento, algo que puede causar una profunda cicatriz espiritual.

En un estudio realizado por la Revista de Religión y Salud se evidenció la contribución instrumental de la fe en la prevención y recuperación de las adicciones, en el que se mostraron que las creencias y prácticas religiosas y/o espirituales redujeron la probabilidad del uso de drogas y alcohol, al mismo tiempo que condujeron a niveles más bajos de abuso de sustancias.

Reseñando además que el 82% de las personas que experimentaron un despertar de la fe durante el proceso de recuperación y durante su tratamiento por abuso de sustancias eran completamente abstinentes en un seguimiento de 1 año en comparación con el 55% de las personas que no poseían su fe despierta.

¿Cómo ayuda la fe en la recuperación de la adicción? De muchas formas, por ejemplo, es capaz de servir como instrumento para personas con la adicción activa, sirviendo como interruptor para apagar los sentimientos negativos, restaurar su autoestima y darle un nuevo sentido de propósito a la persona.

Un sentido renovado de propósito es vital para una recuperación exitosa, sin este sentido, el proceso de recuperación puede parecer aburrido y sin sentido, dándole fuerza a emociones y sentimientos que provoquen una recaída.

Además, la fe funciona como un factor protector contra la dependencia química, al promover los valores de llevar una vida libre de sustancias, ocupar el tiempo libre de una persona y alentar la abstinencia.

Fe y Adicciones: Cómo ayuda en la recuperación

El papel de la fe en el tratamiento del abuso de sustancias varía de mínimo a generalizado, para algunos, los principios religiosos proporcionan una base sólida que les permite incorporar enfoques psicológicos tradicionales del tratamiento, como aprender a manejar el comportamiento y otras terapias de reinserción que dichas personas habían perdido durante la adicción.

En otros casos, el uso de la fe como herramienta de sanación pasa a un primer plano, haciendo que tenga un papel protagónico en la recuperación de la adicción, trayendo consigo enfoques científicos médicos que podrían apoyar a esta herramienta personal ante los procesos de sanación.

Por ejemplo, las razones científicas donde la fe es un instrumento en el proceso de recuperación podrían abarcar perspectivas psicológicas y sintomáticas, donde la persona podría sustituir el placer de la droga con la fe y la tranquilidad, por ejemplo, desde el punto de vista de una persona con adicción, su lenguaje utilizado para describir la sensación de disfrutar los efectos de las drogas y el alcohol van desde placer, alegría, seguridad, felicidad, hasta comodidad.

Esta variedad de emociones podrían ser similares a las que expresa una persona con fe despierta y creencia en Dios.

Desde el punto de vista neurológico, la manifestación de la fe y la adicción tienen mecanismos neurológicos similares, como por ejemplo, las sensaciones que obligan a una persona a consumir drogas y alcohol podrían superarse o intercambiarse con la satisfacción que brinda la fe, la autoestima y la espiritualidad.

Creer para ver

Es por eso que la premisa de “Creer para ver” cobra tanta fuerza, porque promueve salud más allá de cualquier consumo de sustancias químicas, proporciona libertad de pensamiento y personal, brindando incluso más placer que el inducido por las drogas y el alcohol.

Además, en el tema de fe y adicciones, la persona puede sentir, a medida que comienza a desintoxicarse de las drogas o el alcohol, que sus objetivos de sobriedad se vuelvan cada vez más perspicaces, por lo que podrá pasar tiempo trabajando en sus dudas espirituales.

Es aquí donde la reconexión consigo mismo a través de la fe, de creer en sus capacidades y en Dios, lo ayudará a restaurarse, brindándole propósito y causa a la pasión de su vida.

Adicional todo esto, la fe y el sentido del propósito brindan un apoyo que también servirá para proteger a la persona contra los impulsos de recaer.

Cómo practicar la fe en la recuperación de una adicción

Algunos ejercicios espirituales prácticos que se pueden incorporar a los procesos de recuperación de una adicción pueden ir desde actividades que midan su progreso espiritual como prácticas sencillas de agradecimiento.

Entre las que se mencionan como aquellas que permiten el renacimiento de la fe, su incremento y solidez en la vida de las personas con adicciones se encuentran: La oración, la meditación, compartir experiencias de fe con los demás, apreciar las pequeñas cosas, escribir un diario de gracias al finalizar el día, leer obras de fe y fortalecer con versículos de la Biblia que ofrecen orientación y aliento para la recuperación.

El tema de la fe y adicción no es complejo si se trata inicialmente desde un enfoque generalizado para luego, ir poco a poco profundizando en el tema, ayudando asimismo a la persona para pasar por la fase más dura de la abstinencia, brindándole apoyo y enseñándole que es valiosa, desde todos los puntos de su vida, profundizando en quién podría convertirse al creer para ver.

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